Por lo general, un alias (apodo) se le da a alguien por un amigo, debido a una característica única de él. En algunos casos, la adjudicación se hace por una característica que la víctima no quería que se promociona como una verruga o de alguna manera oscura parte del cuerpo. En casos extremos, los maestros pueden ayudar a popularizarlo, pero esto se percibe generalmente como inocuos o el golpe es demasiado sutil para ser reconocida. No hay discusión sobre si es peor que la víctima conoce o no el nombre con que se le llama. Sin embargo, un apodo a veces puede llegar a ser tan vergonzoso que la víctima tendrá que moverse (escuela, residencia o de ambos).
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